Le llamo Palmiche porque al tener manchas mi hijo mayor vio una foto en blanco y negro y dijo que se parecía a palmiche el caballo del héroe de dibujos animados cubanos Elpidio Valdez.
Desde hace unos años nuestras mal llamadas “técnicas” están siendo abandonadas por el avanzado deterioro y falta de piezas de repuesto del extinto bloque soviético. En realidad no faltan, sino que no se compran porque ahora valen moneda dura, no favores políticos. El sistema en el que vivo no conoce otra forma de existencia que no sea por manutención gratuita de países que tienen intereses en Cuba. El comercio, la banca, los impuestos, los seguros, las garantías son uno de los cientos de términos modernos desconocidos por nuestra sociedad. El ejército y la industria militar cubana se las ha agenciado para, como el resto de las instituciones estatales, lucrar con las necesidades del pueblo. Así se puede ver actualmente que la sección militar del gobierno cubano es dueña de tiendas de artículos de primera necesidad y de centros turísticos cuando lo normal es que sean subvencionadas por el estado y los contribuyentes aunque eso no se conoce aquí. Imagino en un futuro cuando se establezca la democracia, que todos los ciudadanos de Cuba tengan la misma posibilidad que por ahora tiene Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de encontrar opciones alternativas de manutención, es decir, que cada cubano pueda vivir según sus capacidades creativas, culturales o prácticas. Es necesario que se recupere el respeto por los oficios y los negocios. Que se generen millones de puestos de trabajo y servicios que de momento están en situación cero. Por el momento yo sigo observando como se pudre “mi palmiche” quien me acompañó en Angola, Etiopía y otras de las desgraciadas contiendas para divertimento de los dueños del feudo cubano. Ojala cuando se normalicen las cosas, este país se de cuenta que no hay ninguna amenaza militar, todos mis compañeros sean desmovilizados y el ejercito cubano que tanto gasto genera a un país en profunda crisis económico administrativa sea disuelto y solo quede la parte de protección civil para desastres y ayudas. Ese día volaré con orgullo de nuevo a mi palmiche para salvar vidas y llevar ayudas ahí donde no se pueda por desastres o incomunicación. Ese día voy a respirar en paz y trataré de enterrar la hondísima vergüenza de pertenecer a un ejercito inculto, sin ética que es capaz de vivir a espaldas de un pueblo pisoteado, hambriento y gastando millones de dólares en aviones que solo se han utilizado para derribar avionetas civiles en el medio del mar sin ningún tipo de defensa ni escapatoria.
Desde hace unos años nuestras mal llamadas “técnicas” están siendo abandonadas por el avanzado deterioro y falta de piezas de repuesto del extinto bloque soviético. En realidad no faltan, sino que no se compran porque ahora valen moneda dura, no favores políticos. El sistema en el que vivo no conoce otra forma de existencia que no sea por manutención gratuita de países que tienen intereses en Cuba. El comercio, la banca, los impuestos, los seguros, las garantías son uno de los cientos de términos modernos desconocidos por nuestra sociedad. El ejército y la industria militar cubana se las ha agenciado para, como el resto de las instituciones estatales, lucrar con las necesidades del pueblo. Así se puede ver actualmente que la sección militar del gobierno cubano es dueña de tiendas de artículos de primera necesidad y de centros turísticos cuando lo normal es que sean subvencionadas por el estado y los contribuyentes aunque eso no se conoce aquí. Imagino en un futuro cuando se establezca la democracia, que todos los ciudadanos de Cuba tengan la misma posibilidad que por ahora tiene Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de encontrar opciones alternativas de manutención, es decir, que cada cubano pueda vivir según sus capacidades creativas, culturales o prácticas. Es necesario que se recupere el respeto por los oficios y los negocios. Que se generen millones de puestos de trabajo y servicios que de momento están en situación cero. Por el momento yo sigo observando como se pudre “mi palmiche” quien me acompañó en Angola, Etiopía y otras de las desgraciadas contiendas para divertimento de los dueños del feudo cubano. Ojala cuando se normalicen las cosas, este país se de cuenta que no hay ninguna amenaza militar, todos mis compañeros sean desmovilizados y el ejercito cubano que tanto gasto genera a un país en profunda crisis económico administrativa sea disuelto y solo quede la parte de protección civil para desastres y ayudas. Ese día volaré con orgullo de nuevo a mi palmiche para salvar vidas y llevar ayudas ahí donde no se pueda por desastres o incomunicación. Ese día voy a respirar en paz y trataré de enterrar la hondísima vergüenza de pertenecer a un ejercito inculto, sin ética que es capaz de vivir a espaldas de un pueblo pisoteado, hambriento y gastando millones de dólares en aviones que solo se han utilizado para derribar avionetas civiles en el medio del mar sin ningún tipo de defensa ni escapatoria.
Ya se que la contrainteligencia esta buscando el origen de estas letras pero no la va encontrar porque yo envío estos correos a varias personas de total confianza que lo publican desde distintos sitios menos dentro de Cuba. Y para mas ánimos se me han sumado por días mas compañeros descontentos, irritados y que al tener un poco de sentido común compartimos las mismas ideas. Por suerte no estoy solo y lo que digo aquí es el resultado de las conversaciones entre un grupo muy oculto que está esperando el momento para apoyar la libertad. El objetivo es que se conozca y que los que están empujando la dictadura sepan que no están del todo solos. Deben saber que hay una gran parte del ejercito y la policía que no apoya los atropellos y las vejaciones a que son sometidos los luchadores. Por decisión propia hemos decidido organizarnos y prepararnos para este momento que ya viene y repito. Va Haber protección militar en el caso de que explote un movimiento fuerte y publico. Tienen que saber que no todos los militares son desalmados seguidores ciegos del sistema que ha hundido nuestro país en la crisis perenne en que sucumbe desde hace muchas décadas.
Yo me despido de mi palmiche.
Los problemas que tenía mi palmicheEl tamaño y el peso bastante desmedido del fuselaje limita su resistencia y maniobrabilidad. En los giros pronunciados es propenso a perder estabilidad (esto se notó en Angola donde se cayeron unos cuantos por suerte sin costar vidas). Para contrarrestar esta vulnerabilidad los pilotos utilizan el helicóptero en pares o en grupos mayores, realizando vuelos coordinados con cuidado para cubrir y defender múltiples zonas simultáneamente. Otra debilidad es la posibilidad de que el rotor principal golpee la cola durante maniobras violentas. Su alto peso al estar cargado puede limitar también su eficiencia como helicóptero de combate. Ciertos pilotos sostienen que con un cargamento pesado, el MI precisa despegar como un avión al no poder elevarse verticalmente. Los problemas con el MI han causado el desarrollo del Mil Mi-28 y el Kamov Ka-50 para reemplazarlo en el papel de helicóptero de combate de fabricación rusa moderna.
Características generales
• Tripulación: 2
• Capacidad: 8 soldados o 4 comandos
• Longitud: 17,5 m
• Diámetro rotor principal: 17,3 m
• Envergadura: 6,5 m
• Altura: 6,5 m
• Peso vacío: 8.500 kg
• Peso máximo al despegue: 12.000 kg
• Planta motriz: 2× Turbinas Isotov TV-3, 1.600 Kw cada uno
Rendimiento
• Velocidad nunca excedida (Vne): 335 km/h
• Autonomía de combate: 450 km
• Techo de servicio: 4.500 m
Armamento
• Armas de proyectiles: Ametralladora rotativa Yakushev-Borzov YakB-12,7 calibre 12,7 mm, reemplazada en las últimas versiones por un cañón automático doble Gryazev-Shipunov GSh-23 ubicado a la derecha de la proa.
• Cohetes: 4 lanzadores con 32 cohetes de 57 mm cada uno
• Misiles: 4 misiles antitanque guiados
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